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¡Las grasas también pueden ser saludables!
On 30 enero, 2025

Las grasas son un tipo de alimentos con una terrible reputación, a pesar de que juegan importantes roles en el mantenimiento de nuestra salud y bienestar.

El libro Grasas buenas es una obra que nos invita a romper con los antiguos paradigmas que clasifican a las grasas como sustancias dañinas para nuestro cuerpo. Su autor, Marc Vergés, es un nutriólogo experto que derriba estas preconcepciones y nos ayuda a comprender mejor cómo estos macronutrientes pueden ayudarnos a cuidar la salud e incluso a bajar de peso.

Probablemente, has escuchado alguna vez que las grasas son dañinas, que elevan el colesterol y que contribuyen con la obesidad, entre otras afirmaciones que, hasta hace poco, formaban parte de nuestra idiosincrasia. No obstante, estos conceptos ya resultan obsoletos, pues las grasas cumplen diferentes e importantes funciones en nuestro cuerpo, como: transporte, protección, regulación, aporte de energía y forman parte de numerosas estructuras en nuestro organismo.

Como consecuencia de lo anterior, es ilógico que su ingesta se recomiende mucho menos que la de los carbohidratos, por ejemplo. De hecho, existen ejemplos de poblaciones con dietas ricas en grasas y con resultados epidemiológicos que revelan una mejor salud, con menor presencia de enfermedades.

Sin embargo, vale la pena tomar en consideración que no todas las grasas o formas de prepararlas, cocinarlas o conservarlas, son adecuadas para obtener todos los beneficios que tienen para la salud. Es necesario saber diferenciar de manera general y simple, qué grasas tenemos que potenciar para mejorar la salud y por qué. Además, es conveniente saber cuáles son los cambios que observaremos al ingerir uno u otro tipo de grasas.

Esto es lo que aprenderemos a distinguir al leer el libro Grasas buenas, pues, mientras que en ocasiones los cambios son positivos, en otras observaremos cómo se producen efectos nefastos en nuestra salud arterial o cardíaca.

Alimentos ricos en grasas buenas

En el libro Grasas buenas encontrarás toda una guía práctica para aprender a reconocer grasas saludables de las que no lo son. De hecho, cuenta con numerosas tablas y gráficos en los que se resume el contenido graso de alimentos de uso común -y no tanto- que debemos incluir en nuestra dieta. Algunos alimentos que tienen grasas buenas son:

  • Almendras. Aportan energía y ayudan a construir músculo. Debes consumirlas tostadas al sol o salteadas en una sartén. Come todos los días un puñado de almendras solas, en las ensaladas o conviértelas en paté.
  • Avellanas. Son un excelente aperitivo para picar entre horas, con las que te sentirás más lleno hasta tu próxima comida completa.
  • Nueces de Macadamia. Cómelas sin sal y evita comerlas crudas o sin remojar.
  • Pacanas. Estas nueces son una excelente opción porque normalmente no se les añaden azúcares, sal o aceite.
  • Piñones. Contienen un montón de minerales que el organismo necesita, como el magnesio y el hierro. Los puedes tomar como aperitivo, pero también puedes preparar una ensalada y añadirlos como guarnición.
  • Semillas de calabaza. Son ricas en minerales y reconocidas como una de las semillas más saludables. Ayudan a dormir, a promover la salud del corazón y a estabilizar los niveles de glucosa en la sangre.
  • Nueces. La nuez es la reina de los frutos secos por su alto contenido de antioxidantes.
  • Semillas de Chía. Regulan la glucemia debido a la fibra que contienen. Proporcionan una sensación de saciedad y son una fuente de grasas W3.
  • Huevos. Son uno de los alimentos más perjudicados por las informaciones que nos han transmitido en los últimos tiempos. Mejoran la inteligencia y el cociente intelectual.
  • Aceitunas. Son ricas en grasas monoinsaturadas y vitamina E. Las aceitunas maduras son de color negro y doblan en cantidad de grasas a las verdes. Mientras más amargas sean las aceitunas, mejor.
  • Aguacate. Es el fruto más graso que existe. Está compuesto 70 % de agua, posee 2 gramos de proteína por cada 100 gramos, también contiene carbohidratos y cuenta con 15 gramos de grasa por cada 100 gramos.
  • Yogur. Mejora la digestión y tiene un alto contenido graso. Los mejores yogures son de tipo griego, naturales y consumidos en el desayuno, con frutos secos y fruta, en forma de batido o como salsa para aderezar ensaladas.
  • Manteca de cerdo. Al cocinar, debemos priorizar la manteca de cerdo. Es un alimento bajo en sodio, apto para hipertensos y con minerales.

¿Cómo usar las grasas buenas para perder peso?

Contra todo lo que hemos leído y escuchado sobre el papel de las grasas en el mantenimiento de la salud, el libro Grasas buenas contiene información reveladora que nos ayudará a comprender cómo el consumo de grasas nos permitirá regular nuestro peso.

A pesar de que los entes oficiales han mantenido una matriz informativa durante décadas, sobre las medidas necesarias para frenar la pandemia de la obesidad en el mundo, las cifras indican que la cantidad de obesos se ha incrementado desde los años 70 para acá.

Comienza a ser momento de replantear conceptos que hasta ahora no han sido efectivos y tomar en consideración aspectos que hasta ahora no se atendían, como la capacidad saciante de los alimentos y el equilibrio hormonal.

Siempre nos hablan de disminuir calorías para perder peso o para no ganarlo, pero ese no es el camino. Las personas en una dieta hipocalórica suelen estancarse y dejar de perder peso, pues los genes detectan que no se está produciendo una entrada de energía en forma de alimentos. Entonces, se activa el “gen ahorrador», por lo que nuestro metabolismo ahorra energía, reduciendo el gasto que nuestros músculos y órganos suelen consumir.

Para “desconectar” el gen ahorrador debemos hacer entender al organismo que no estamos en época de ahorro, introduciendo más alimentos grasos en nuestro cuerpo. De este modo, comenzaremos a quemar calorías.

Las grasas son una manera excelente de perder peso. Con una dieta grasa no tienes la sensación de pasar hambre. También es recomendable implementar una alimentación consciente, en la que aprendas a seguir las sensaciones de tu organismo, conectando tu sistema digestivo con tu cerebro, disfrutando cada bocado e identificando cuando has comido lo necesario.

Lee el libro Grasas buenas, de Marc Vergés, y descubre todo lo que necesitas saber para cuidar tu salud con la nutrición evolutiva.

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